Ya sea un pequeño apartamento en el centro de la ciudad o una modesta casa en las afueras, los salones pequeños son una realidad con la que muchos de nosotros tenemos que lidiar. A veces, las limitaciones de espacio pueden parecer difíciles de superar, pero con las estrategias adecuadas, podemos convertir nuestro salón en un espacio visualmente más grande, más funcional y, sobre todo, agradable de habitar.
Uso de colores e iluminación
Los colores tienen un increíble poder de influir en nuestra percepción del espacio. Tonos claros como el blanco, los pasteles o los tonos de beige pueden hacer que nuestro salón parezca más grande y espacioso. Evita colores oscuros en superficies grandes, ya que pueden dar la sensación de estrechez.
Los espejos son otra herramienta que puede ayudarnos. Colocados estratégicamente, pueden reflejar la luz, ampliando así ópticamente la habitación. Una buena solución es colocar un espejo frente a la ventana, lo que hará que el espacio sea más luminoso y abierto. La iluminación es crucial para la atmósfera del salón. En lugar de una única fuente de luz central, opta por varias lámparas colocadas en lugares estratégicos. Esto proporcionará una luz uniformemente distribuida y cálida, que a su vez ampliará ópticamente el espacio.
Elección y disposición adecuada de muebles
La elección de muebles para un salón pequeño es todo un desafío. Es aconsejable elegir los muebles que sean proporcionados al tamaño de la habitación. Muebles demasiado grandes pueden abrumar el espacio, mientras que los demasiado pequeños pueden hacer que el salón parezca desorganizado. Los muebles multifuncionales son un tesoro para espacios pequeños. Optar por un sofá con espacio de almacenamiento, una mesa de café que pueda servir como lugar de trabajo o estantes que también funcionen como escritorio puede ahorrar mucho espacio.
Almacenamiento y organización
En un salón pequeño, cada centímetro cuenta. Estanterías, estantes o armarios colgantes permitirán utilizar el espacio aéreo, a menudo pasado por alto. Coloca en ellos libros, plantas o decoraciones, pero asegúrate de no exagerar con la cantidad de objetos. El almacenamiento no se limita a las estanterías. Aprovecha el espacio debajo del sofá, la mesa de café o incluso el suelo, si es posible. Vale la pena invertir en muebles que tengan espacios de almacenamiento adicionales. De esta manera, evitarás el desorden que puede reducir ópticamente el tamaño del salón.
El minimalismo es un estilo ideal para espacios pequeños. Evitar el exceso de objetos, especialmente decorativos, permite que la habitación «respire». Al elegir solo lo más necesario, ganas más espacio y creas la impresión de un salón más grande.
Uso del espacio en el suelo y acabado del espacio
Una alfombra puede ser un fuerte elemento en un salón pequeño, definiendo el espacio y añadiéndole calidez. Elige alfombras proporcionales al tamaño de la habitación. Una alfombra demasiado grande puede «devorar» el espacio, mientras que una demasiado pequeña puede hacer que la habitación parezca incoherente.
El suelo es otro elemento que puede ayudar a agrandar ópticamente el salón. Dado que es una de las superficies más grandes de la habitación, elegir un suelo claro puede ayudar en este sentido. Colocar las tablas en diagonal también puede hacer que la habitación parezca más grande. Por último, recuerda prestar atención al acabado del espacio. Detalles como persianas, cortinas o accesorios pueden marcar una gran diferencia. Elige aquellos que estén en sintonía con el resto de la habitación para crear un espacio coherente y armonioso.
María Carmen Rodríguez
lo peor es cuando el salón es la habitación unica